Observaciones sobre la Semana del Arte en Madrid 25'
Un año más que pasa la Semana del Arte en Madrid por la ciudad, dejando inaugurados múltiples eventos y haciéndonos conocer nuevas plataformas, artistas, colectivos, espacios reales y virtuales, y hasta tecnologías.
Aquí mis observaciones:
* La cerámica fue la gran
protagonista de las ferias. He recorrido Art Madrid, en su 20ªedición,
en la Galería de Cristal del Palacio de Cibeles Madrid, UVNT Art Fair
que este año estrenó para su 9ª edición nueva sede en el espacio Matadero
Madrid, y también en su 9ªedición, Hybrid Art Fair en el Hotel Petit
Palace Santa Bárbara.
En esta feria el arte contemporáneo se rodea de acciones e instalaciones (Displaced). Sobre las acciones (programa de performance JACUZZI, comisariado por La Juan Gallery) no puedo expresar ninguna opinión porque no he tenido oportunidad de verlas. Para los interesados, acciones de este género artístico frecuentemente infrarrepresentado en ferias de arte, tenían lugar en horarios específicos en los pasillos y habitaciones del hotel.
* Una sorprendente cantidad de
obras donde la pintura, la escultura y el dibujo académicos, es decir,
siguiendo una técnica tradicional y empleando los materiales de la forma
“habitual” como se espera en la formación reglada que sea (logrando gran
realismo o destreza en los efectos de claroscuros, por ejemplo), se pone al
servicio de temáticas más frescas y contemporáneas como la figura de un rapero
o un par de Nike Dunk Low.
Las chicas orientales de Lantomo
(Italia, 1977) captaban la atención al ingresar al Palacio de Cibeles, con sus
fondos en colores lisos y su delicado y exhaustivo tratamiento de los rostros
mediante grafito, carbón y acuarelas.
En la misma línea, la artista Núria Torres (Barcelona, 1976) presentó en el stand de Inéditad Gallery de Art Madrid una serie de esculturas haciendo gala de su amplia formación y conocimiento en el tratamiento del mármol (por ejemplo, tallas en mármol de Carrara), la porcelana y el bronce. Torres incluye elementos cotidianos fácilmente reconocibles, revisitando estilos y técnicas tradicionales con su guiño contemporáneo.
La obra “Étude” de Julien Primard (Francia, 1986) en el stand de la Galería LJ (París) es un excelente ejemplo de un tratamiento clásico aplicado a una temática totalmente contemporánea desde la pintura.
Evocando a los maestros
clásicos del siglo XVIII, con sus estudios de su calzado como ejercicio inicial
para aumentar la destreza de la técnica, Primard presenta una pintura de óleo
sobre tela (35 x 45 cm).
* Amplio abanico de precios, conformándose esta semana
en el calendario anual en la ocasión perfecta para adquirir una obra asequible
y comenzar una colección de arte, o ampliar la ya existente.
* Notable influencia oriental: en los motivos, referencias (K-Pop, tintes y formas del animé, figuras coleccionables, iconografía).
* Importante presencia de bordado y costura (interviniendo papel o lienzo, y por sí solo, en formas colgantes o telares).
* Y, last but not least, la gran constante en mis recorridos: los soportes alternativos. Aquí me quiero explayar porque he encontrado grandes joyitas:
La obra mural de Gastón Lisak FOMO («Fear of Missing Out»), de la serie Soft Skin. También existen versiones de YOLO («You Only Live Once»), y SORRY.
Haber dado con el booth de Valerie’s
factory, “la factory de tus sueños” (Buenos Aires, Argentina) ha sido una
bocanada de aire fresco. Desde su vinilado del suelo al cielo con fondo ”Bliss”
de Windows XP, todo grita: vuelta al pasado y visión futurista, revisitas de
grandes íconos plásticos, brillantes, de años 90 y primeros 2000.
Valerie’s Factory es una galería de arte contemporáneo dirigida por Jimena Nahuel Lusi, Xul Jan y Sandro Guevara.
Dos sets de obras contiguas captaron mi
atención: la serie “Ángeles de la historia” de Julián Brangold nos hace
sentir lo que sentimos cuando llegó Internet a nuestras vidas por primera vez: sobre
estímulos, la emoción de obtener mil imágenes y píxeles al apretar “Enter” en
una búsqueda en línea. Sus collages visuales conforman una especie de
Frankestein de imágenes, cogiendo diferentes figuras y formas, superponiéndolas
agrupadas en una composición que se presenta enmarcada de una forma magistral:
marco plateado con tuercas que lo vuelven aún más híbrido. Aquí hay un artista
que seguramente maneje con destreza cualquier herramienta digital nueva que
aparezca, pero también un joven que creció con las revistas Billiken, los
cromos coleccionables (que en Argentina llamarían “figus” o “tazos”), la prensa
del corazón de bajo costo con mucha información visual, y la cartelería urbana
de Buenos Aires. Es una creación digital con alma artesanal, por eso no se
llega a percibir como fría. El artista sobrescribe frases (con tipografías que
hacen imposible no pensar en las Autoformas de Microsoft Word, o las primeras
interacciones de un estudiante de diseño con la Photoshop suite) para dejar su
marca: “la IA puede recoger las imágenes, pero el título lo pongo yo”.
Actualmente, su práctica se centra en la exploración de la tecnología como
elemento central de creación, investigación y crítica. En este sentido,
experimenta con herramientas como la inteligencia artificial y blockchain para
explorar internet como ecosistema cultural, los fenómenos virales, las
subculturas y los mitos que emergen en el universo de lo online.
La obra de Vladimir Maruts Ballet en UVNT incluye una colección de estuches de lápices de gran tamaño, y tapices de coches (2024) donde se fusiona en lo objetual el plástico (y todo el universo de “lo plástico”: brillo, olor, connotaciones, estética…) referencias mezcladas muy presentes en Latinoamérica. Si la obra de Vladimir fuese un perfume, vendría en un envase super brillante, y tendría como nota dominante el kitsch, y contendría notas de lo absurdo y lo esotérico. Probablemente su nombre comercial sería “Lúdico”.
Su obra invitó a que tengamos
una conversación extensa sobre el punk, la contracultura, la infancia en una
Argentina de los 90’ donde el plástico estaba valuado en dólares (pero siempre
había alguna alternativa nacional aún más kitsch y curiosa), la vista al pasado
desde el presente, y el amor compartido por el charol. Evidentemente el ADN
tira a los orígenes incluso de maneras inconscientes o veladas, porque el stand
A14 me interpeló de inmediato.
En cuanto a alternativas a la pintura, me cautivaron los empastos de Marc Gonz (Barcelona, 1973) y las combinaciones de pinturas y resinas sobre tela y madera de Gemma Alpuente (Algemesí, 1993). También con colores divertidos, que me resonaron a los caramelos ácidos de mi infancia, con una profunda similitud con el mundo de la decoración repostera en su atractivo táctil, las pinturas de Laura López Balza (Santander, 1984) bajo el cuidado de Delimbo.
Impresión sobre pana, fotografía impresa sobre vidrio, transferencia sobre trocitos de mármol. Soportes de chapa metálica, corcho, pintura sobre una tabla de skate partida… la creatividad no tiene límites.
En líneas generales, lo primero que me ha sorprendido ha sido el nivel promedio de las propuestas: obras de una gran calidad, ya sea por la técnica misma empleada como por su acabado y emplazamiento (booth cuidados, personal atento a los detalles todo el tiempo para que la obra se luzca al visitante de la mejor manera posible y el artista brille), como también por su mensaje, que ya sea el representante de la galería como en muchos casos ellos mismos estaban dispuestos a discutir y profundizar sobre sus búsquedas. Siempre es un plus conocer al artista en persona y poder conocer sus motivaciones, sus intereses u observar cómo su personalidad encaja/contrasta con el corpus de obra que presenta.
En segundo lugar, he observado un gran sentido de comunidad por un lado entre los participantes, y de apertura hacia el público por otro lado. En este aspecto, sería una pena que, por la proximidad de los stands, y la cantidad de tiempo considerable que conviven en el mismo espacio entre montaje, días de feria, eventos sociales posteriores, y desmontaje no se diesen estos vínculos de cordialidad y comunión- incluso amistad, en algunos casos – pero en estas ediciones he notado que un ambiente alegre, de celebración y positividad flotaba en el ambiente. Muchos puntitos rojos, gran afluencia de público y circulación constante por todos los stands (thumbs up para quienes han diagramado Art Madrid y UVNT Fair sobre todo, que contaron con un amable diseño de stands que lo hacía fácil de seguir sin perderse nada. En mi recorrido por UVNT oí a una chica decirle a su amiga “espera, que es mi pequeña obsesión ir en orden”. A mí me agobia lo mismo, no querer perderme nada, pero en el caso de UVNT las demoras han sido por lo interesante de una pieza, la conversación animada que se estableció con un galerista, o un rico cafecito gracias al stand de pausa futurista de IQOS Café x East Crema Coffee (para quienes beben alcohol, el momento pausa podía ser gracias a Absolut vodka). Como parte de esta instalación, el artista Sanz i Vila diseñó una edición limitada de vasos muy bonitos para la cafetería.
Finalmente, toda la información práctica, de expositores y programa ha sido fácil de consultar, online o en papel físico, y en todo momento he encontrado azafata/os o voluntaria/os dispuestos a ayudar. Tanto si se quiere estudiar las propuestas antes, como si se quiere ir a la sorpresa, como he hecho yo, ambas opciones deberían de haber sido un éxito en estas ediciones, con tanto y tan bueno para ver. ¡Enhorabuena a las organizaciones!
Hybrid posee un carácter más ecléctico, UVNT
me parece la feria ideal para seguirle la pista a artistas internacionales
frescos, con galerías establecidas o en proceso de consolidarse dentro del
panorama de su país, y ArtMadrid es una parada ineludible, ideal para comenzar
el recorrido por su emplazamiento y características edilicias (techos altos,
gran iluminación ayudada el techo de cristal). Por supuesto que hay que
destacar todas las oportunidades de ver arte que orbitan alrededor de las
ferias mayores, durante esos días en la ciudad.
A pesar del clima lluvioso constante, sin dudas podemos afirmar que el arte contemporáneo ha logrado movilizar miles de personas de un sitio al otro, para nutrirse de las últimas novedades del panorama nacional. Es gratificante ver cómo a lo largo y ancho del país se encuentra talento joven, y siguen activos actores más consagrados en el tiempo, en pos de un mismo objetivo: crear, dar a conocer propuestas de gran calidad, y mantener el flujo económico del mercado del arte activo, aún frente a los obstáculos que se puedan encontrar: desastres ecológicos, mercados aún inestables en América frente a los últimos cambios de gobierno, y cambios en los hábitos de consumo (imposible obviar la importancia que tendrá la IA en las próximas ediciones de las ferias).
« El arte es lo que resiste:
resiste a la muerte, a la servidumbre, a la infamia, a la vergüenza »
Gilles Deleuze.
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