Chema Madoz, el poeta de la fotografía - Cuatro nociones sobre su obra -

 

Profundizaremos en cuatro nociones sobre la obra del fotógrafo madrileño Chema Madoz

 

·       La metáfora

 

·        Lo cotidiano

 

·       El surrealismo

 

·       Lo participativo

 

 

LA METÁFORA:

 

Muchas veces que se habla de la obra de Madoz, se habla de <poesía visual>. Y como en la literatura, aquí encontramos metáforas. Metáforas punzantes que son efectivas como un golpe seco: un arte contundente, que si bien conlleva una elaboración mental evidente, nos impacta sin a las primeras. Es decir, son “fáciles” de entender, claras. Y eso, al espectador, siempre le gusta. Saber que el artista se ha tomado el tiempo de elegir el mejor canal (en este caso, la imagen fotográfica) para su mensaje (muchos y variados, pero sobre todo alrededor del tiempo, la vida y la muerte, el arte mismo.). Pero antes definamos qué es una metáfora: una figura retórica que recurre a un uso figurado del lenguaje. Generalmente, se utiliza para referirse a algo pero sin nombrarlo explícitamente. Ponen en relación dos campos o entidades a partir de cierta semejanza que se puede establecer entre ellos, se traslada el significado de un concepto a otro (estableciendo una relación de semejanza o analogía entre ambos términos).

Etimológicamente, la palabra significa “traslación” o “desplazamiento”. Al sugerir asociaciones se producen relaciones impresionantes que redimensionan el significado literal de las palabras o (en nuestro caso) de las imágenes.

 

LO COTIDIANO

Objetos de la vida cotidiana cobran otra vida, en contextos despojados, casi de fotografía comercial de producto.

La fuerza expresiva de Madoz yace en la identificación que todxs podemos hacer con una pieza de vajilla, un sacacorchos o un peine.

 

EL SURREALISMO

A nivel formal, inscribirse dentro de la fotografía en blanco y negro nos aporta como espectadores un halo de fantasía que nos distancia de la obra (y de la realidad). Se crea un universo colindante a la literatura de ficción, el cine o la fantasía.

 

Al fotografiar objetos semiescultóricos en estudio, se puede arriesgar un homenaje a Man Ray: tratamiento impecable, despojamiento de fondos, descontextualización y mucho juego con el concepto. ¿Es arte conceptual? Definitivamente lo es. Interesa más la idea que se desprende del objeto que el objeto mismo en sí - que la mayoría de las veces, no reviste de grandes detalles, si es un mueble, es el más básico posible, si se trata de un utensilio, no lleva inscripciones ni marcas. La mirada “se dirige” puramente hacia el sentido, aunque esto sea imposible a nivel fisiológico.

 

LO PARTICIPATIVO

La obra de Madoz implica un espectador activo, alerta, ávido de detectar asociaciones, hurgar en los sentidos más obscuros, paciente. Porque cada fotografía precisa detenerse unos minutos frente a ella, para detectar mensajes, observar texturas (hay fotografías, sobre todo aquellas ricas en grises, que poseen un grano visible exquisito, fruto de una cuidada iluminación y seguramente edición).







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